En pleno corazón de Ciudad Real se encuentra Almagro, una localidad que parece detenida en el tiempo. Este encantador pueblo manchego es mucho más que su reconocida plaza mayor porticada, sus casonas nobles o sus palacetes renacentistas: es un viaje sensorial a la España del Siglo de Oro.
Lo que hace único a Almagro no es solo su estética tradicional, sino su extraordinaria herencia teatral. Aquí se conserva, en perfecto estado, uno de los últimos corrales de comedias activos de nuestro país, un espacio que fue construido en 1628 y donde antaño se daban cita las obras inmortales de Lope de Vega, Calderón de la Barca o Cervantes. En sus tablas, los espectadores podían incluso participar con vítores, risas o críticas a viva voz, algo impensable hoy en día pero habitual en aquella época.
El propio nombre de Almagro proviene del árabe, haciendo referencia a la tierra rojiza de la zona, una arcilla muy característica que tiñe su entorno y parte de su identidad. Hoy, este pueblo forma parte del imaginario cultural de Castilla-La Mancha, siendo una visita imprescindible para quienes desean conocer el alma de la región.
Durante todo el año, Almagro atrae a miles de visitantes, pero es en el mes de julio cuando su historia cobra vida de forma espectacular: se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, una cita cultural de referencia que convierte las calles del municipio en un gran escenario al aire libre. Actores, compañías, músicos y público se funden en un ambiente mágico que nos traslada, literalmente, a los tiempos del Siglo de Oro español.
Una escapada cultural desde Talavera
Desde Talavera de la Reina, Almagro se presenta como un plan de fin de semana perfecto, ideal para los amantes del teatro, la historia y la arquitectura tradicional. Su cercanía, sumada a su riqueza patrimonial, lo convierte en uno de los destinos más valorados por quienes buscan experiencias culturales sin salir de Castilla-La Mancha.
