Pues eso, este que escribe el próximo 28 de mayo “recoge sus bártulos, y se pira para su casa”. Han sido cuatro años de, por momentos, una dura legislatura. Sobra decir que esa sensación se ha acentuado después del resultado cosechado en las últimas elecciones, que no fue el esperado, y la travesía solitaria en el desierto a veces ha pesado demasiado.
Pero hoy quedémonos con lo bueno que ha habido, que también ha sido mucho. Destacar sobre todo el ver la cantidad de gente que ama a Talavera por encima de todo. Eso no lo olvidaré nunca. Y esa gente maravillosa está en todos los ámbitos de la sociedad local, ya sea el cultural, deportivo, patrimonial, vecinal, empresarial…Y en ellos queda la confianza de un mejor futuro para Talavera, porque sé que seguirán luchando día a día por ella.
Despedir desde aquí a todos los compañeros de la actual corporación, a los que mando un gran abrazo, como a los medios de comunicación por su trato recibido en todo momento, y a todos aquellos con los que he compartido durante este mandado desde unos minutos a horas enteras, porque de todos, he aprendido algo. También me quedo con eso.
Y a los nuevos componentes de la próxima corporación municipal que salgan elegidos por las urnas darles un consejo para el que quiera cogerlo. Que antepongan siempre a Talavera por encima de intereses personales y partidistas, porque la ciudad y su gente se lo merecen.
Que no olviden nunca que nos debemos a los talaveranos, que son ellos los que nos votan.
¡Nos vemos pronto!
