La Navidad vuelve a marcar uno de los picos de consumo más importantes del año para los hogares españoles. Las reuniones familiares, los regalos, la alimentación y el ocio elevan de forma notable el gasto medio de las familias, que afrontan estas fechas con un presupuesto cada vez más ajustado, condicionado por la inflación y el encarecimiento del coste de la vida. | El gasto medio de las familias españolas en Navidad
Según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, el gasto medio anual por hogar en España supera los 30.000 euros, y una parte significativa se concentra en los meses de noviembre y diciembre. Durante la campaña navideña, el desembolso adicional por familia se sitúa, de media, entre 900 y 1.100 euros, dependiendo del tamaño del hogar y de su nivel de ingresos.
Alimentación y regalos, las partidas que más suben
Uno de los capítulos donde más se incrementa el gasto es el de la alimentación. Productos típicos como carnes, pescados, mariscos, dulces navideños y bebidas experimentan un aumento notable de la demanda. De hecho, el presupuesto destinado a comida puede crecer hasta un 30 % más respecto a otros meses del año.
A esto se suma el gasto en regalos, que representa aproximadamente el 50 % del presupuesto navideño. Juguetes, tecnología, moda y perfumería encabezan las preferencias de los consumidores, con especial protagonismo del pequeño comercio, que en muchas ciudades y municipios vuelve a ganar peso frente a las grandes plataformas online.
Ocio, viajes y celebraciones familiares
Las celebraciones navideñas también impulsan el gasto en ocio. Cenas fuera de casa, actividades culturales, espectáculos y escapadas de corta duración forman parte del consumo habitual en estas fechas. Aunque el turismo navideño no alcanza las cifras del verano, sí supone un desembolso extra relevante para muchas familias.
En paralelo, los gastos relacionados con el hogar —decoración, iluminación o calefacción— también se incrementan, especialmente en un contexto de precios energéticos elevados.
Un consumo más medido, pero constante
A pesar de la presión económica, los hogares españoles mantienen la tradición de gastar más en Navidad, aunque con un enfoque cada vez más prudente. Comparar precios, planificar compras y priorizar el comercio local se han convertido en hábitos habituales para controlar el presupuesto sin renunciar a las celebraciones.
Este comportamiento refleja una tendencia clara: las familias ajustan el gasto, pero siguen apostando por unas fiestas que tienen un fuerte componente social y emocional, y que continúan siendo clave para la economía local y el comercio de proximidad.
