Leyenda y fe: descubre el lado oculto de Talavera. En el alma antigua de Talavera de la Reina late una historia que se remonta al año 1126. Es la del Monasterio de San Benito, considerado el más antiguo de la ciudad. Su origen se sitúa extramuros, pero durante el reinado de Alfonso VIII, fue trasladado al interior del recinto amurallado, ocupando el solar que antiguamente pertenecía a la Iglesia de San Marcos.
A comienzos del siglo XIV, en el año 1300, la comunidad monástica adoptó la reforma cisterciense, dando así lugar al nombre que ha perdurado hasta hoy: Monasterio de San Benito. Esta transformación espiritual no fue la última. Con el paso del tiempo, el edificio también vivió una profunda reconstrucción gracias al esfuerzo incansable de las monjas que lo habitan, sostenidas por el trabajo propio y la generosidad de la comunidad.
Entre sus joyas arquitectónicas destaca un claustro renacentista que invita al silencio y la contemplación, y que por sí solo justifica una visita para los amantes del arte y la historia.
Leyenda y fe: descubre el lado oculto de Talavera
Pero este rincón de Talavera también guarda un rostro oculto: el del misterio. Se dice que en el antiguo convento de San Benito se han oído susurros inexplicables, pasos en la oscuridad y presencias que erizan la piel. Estas historias han alimentado el imaginario de lo paranormal en la ciudad, convirtiendo al monasterio en un punto de referencia para quienes buscan explorar lo desconocido.
El río Tajo, con su cauce silencioso, añade otro elemento a este paisaje enigmático. En sus márgenes, especialmente en zonas menos transitadas, vecinos y visitantes aseguran haber visto luces y sombras.
Talavera de la Reina es, así, mucho más que cerámica y tradición. Es también una ciudad que acoge leyendas y secretos, donde la historia y el misterio conviven en perfecta armonía.
