
El alma patrimonial de Talavera late con más fuerza que nunca. El emblemático edificio del siglo XVI conocido como la Casa de los Canónigos, antiguo claustro del Monasterio de Santa Catalina, ha comenzado por fin su esperada rehabilitación.
El alcalde, José Julián Gregorio, ha visitado hoy las obras junto a parte del equipo de Gobierno, destacando que este «tesoro oculto debe salir a la luz para que los talaveranos puedan disfrutarlo». Un edificio olvidado durante años, que sufrió un derrumbe en marzo, empieza a resurgir con un plan de consolidación urgente y una inversión inicial de casi 700.000 euros, entre fondos municipales y un convenio rescatado con Diputación.

“Lo importante es que ahora se está actuando y, sobre todo, que tenemos presupuesto”, ha subrayado Gregorio.
Obras con alma
El arquitecto Manuel Serrano ha detallado que las actuaciones buscan preservar la estructura y preparar la envolvente del edificio, recuperando también sus valiosas pinturas murales y reconstruyendo los arcos superiores con técnicas tradicionales de forja realizadas en Oropesa.
Por su parte, la restauradora Natalia García ha explicado la delicada labor que se está llevando a cabo para salvar las pinturas: consolidación mecánica, recuperación cromática y saneamiento de zonas dañadas por el abandono y el agua.
Llamamiento a la colaboración institucional

El concejal de Cultura, Enrique Etayo, ha hecho un llamamiento a otras administraciones, como la Junta, para que se impliquen en el proyecto: “Es una obra para la ciudad y debe tener un uso digno, cultural o social, aún por determinar”.
El equipo técnico ha previsto incluso la instalación futura de un ascensor, anticipando la accesibilidad como parte del proyecto global.