Talavera de la Reina ha vuelto a enfrentarse a una situación ya demasiado familiar: Justiniano López Brea ha amanecido completamente a oscuras en las primeras horas de este lunes. Talavera vuelve a amanecer a oscuras.

Los apagones matutinos se han convertido en algo habitual en esta zona de la ciudad, provocando no solo molestias, sino un peligro real para viandantes, ciclistas y conductores, especialmente en estas horas donde la visibilidad es clave para evitar accidentes.
Talavera vuelve a amanecer a oscuras: este nuevo corte de luz se ha producido a las siete de la mañana (aunque este apagón se ha podido sufrir durante la noche del domingo al lunes), una franja en la que las calles permanecen prácticamente vacías, pero donde ya comienzan a moverse los primeros trabajadores y estudiantes.
Este tipo de incidentes no solo afecta a la seguridad ciudadana, sino que también perjudica la actividad diaria del barrio: comercios que abren con persianas medio bajadas, tráfico alterado por la falta de semáforos visibles y una sensación de dejadez que empieza a calar entre los residentes.
Más allá de las molestias, la falta de iluminación en un entorno urbano plantea un riesgo directo: cualquier persona que transite por estas calles en plena oscuridad queda expuesta a caídas, tropiezos o accidentes de tráfico por falta de visibilidad. La situación se agrava aún más si se tienen en cuenta zonas sin semáforos activos o pasos de peatones poco visibles.
Además, la seguridad vial y peatonal se ve comprometida, ya que los vehículos no siempre moderan la velocidad ante un entorno sin iluminación, lo que incrementa el riesgo de atropellos o colisiones. En barrios residenciales, esta carencia de luz puede tener consecuencias graves si no se actúa con rapidez.