Nueva orden de vedas para la temporada de caza 2025-2026. La Consejería de Desarrollo Sostenible ha anunciado la entrada en vigor de la nueva orden regional que regula los periodos hábiles de caza y las vedas aplicables para toda Castilla-La Mancha durante la temporada cinegética 2025-2026.
Una de las principales novedades de esta normativa, es que la Comisión Europea ha autorizado la caza de la tórtola europea los días 23 y 24 de agosto. Esta actividad estará permitida únicamente en aquellos cotos previamente autorizados, donde además se establecerá un cupo específico y será obligatorio registrar las capturas a través de una app móvil de precinto digital. “Es un paso más en la recuperación de esta especie, lograda junto al sector cinegético”, destacó Gómez.
Calendario general y especies permitidas
La orden establece que el periodo general de caza comenzará el 8 de octubre. Para la caza menor, se prolongará hasta el 8 de febrero, mientras que para la caza mayor, finalizará el 21 de febrero.
Entre las modificaciones relevantes, se incluye la nueva regulación para la liebre, cuya temporada irá del 8 de octubre al 25 de enero, con un límite diario de dos ejemplares por cazador. Además, se mantienen las medidas enfocadas a controlar la sobrepoblación de ungulados como el ciervo, el gamo, el corzo, el jabalí y la cabra montés.
Media veda y especies específicas
El periodo de media veda se desarrollará entre el 20 de agosto y el 21 de septiembre, restringido a los jueves, sábados y domingos para las especies paloma torcaz y paloma bravía.
En el caso de la codorniz común, la caza estará permitida del 20 de agosto al 15 de septiembre, salvo en las comarcas de Serranía Alta de Cuenca y Alcarria Baja de Guadalajara, donde el plazo se retrasa al 27 de agosto y se mantiene hasta el 15 de septiembre. En todas estas zonas, los días hábiles serán igualmente jueves, sábados y domingos.
Una normativa que apuesta por la sostenibilidad
Mercedes Gómez ha subrayado que esta orden “sitúa a Castilla-La Mancha a la vanguardia en gestión cinegética sostenible, promoviendo una actividad que respeta la biodiversidad y que refuerza el valor social, económico y ecológico de la caza en nuestra región”.
