Diciembre es el mes de las luces, los reencuentros, los regalos… y también el mes en el que más aumentan las horas frente a las pantallas. Entre videollamadas, fotos, juegos digitales y series maratonianas, nuestros ojos trabajan más que nunca justo cuando creemos estar “descansando”. Lo que pocos saben es que las vacaciones no son un descanso para la vista, y eso puede pasar factura tanto en niños como en adultos. | Navidad y pantallas

- Parpadeamos mucho menos. Cuando miramos una pantalla, el parpadeo se reduce hasta un 60%. Resultado: ojos secos, picor, arenilla, visión borrosa.
- Pasamos más tiempo en interiores. La calefacción seca el ambiente y la humedad baja, mayor irritación.
- Exposición más prolongada sin darnos cuenta “Solo un ratito” se convierte en horas cuando estamos relajados.
- En niños, la demanda visual se dispar. Los juegos digitales requieren fijación cercana, rapidez y precisión visual que no todos los ojos están preparados para sostener.
Los síntomas que no deberías ignorar
- Dolor de cabeza al final del día
- Visión borrosa intermitente
- Picor, lagrimeo o sensación de arenilla
- Necesidad de acercarse mucho
- Ojos rojos o parpadeo excesivo
5 claves sencillas para cuidar la visión estas vacaciones
- 20-20-20. Cada 20 minutos, mirar 20 segundos a 6 metros. Fácil, gratis y muy eficaz.
- Distancia mínima de 40 cm en móviles y tablets. En niños pequeños, incluso más.
- Pantallas fuera antes de dormir. Al menos 1 hora. La luz azul altera el sueño y la calidad visual al día siguiente.
- Alternar con juego real. Pelotas, construcciones, puzzles, manualidades. La visión también se desarrolla moviendo el cuerpo.
- Hidratación visual. Parpadeo consciente y ambiente húmedo. Si hay molestias persistentes: lágrima artificial recomendada por el profesional.
Y en las fiestas… buen momento para revisar
La mayoría de los problemas visuales no duelen y no avisan. Una revisión visual completa puede marcar la diferencia. Estas Navidades, no se trata de prohibir pantallas, sino de usarlas con equilibrio. Los ojos nos acompañan toda la vida: cuidarlos también es un regalo.

