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domingo, mayo 5, 2024
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Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres

Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres
(Foto: eldiario.es)

Al norte de la provincia de Cáceres, emerge majestuosa la enigmática región de Las Hurdes, un territorio que ha sido testigo del paso del tiempo y de la huella indeleble dejada por la historia. Fue en este escenario donde el monarca Alfonso XIII decidió adentrarse, explorando sus recónditos senderos y desvelando los secretos que yacían ocultos en sus paisajes agrestes.

Atrás quedaron los días en que las imágenes plasmadas por Buñuel en su icónica película «Tierra sin pan» definían la esencia de estas tierras. Las Hurdes, con el correr de los años, ha preservado con celo las tradiciones arraigadas en el corazón de su gente, así como los sabores inconfundibles de su gastronomía y las costumbres que han marcado su identidad.

Descubre secretos inimaginables

Sumergirse en la profundidad de Las Hurdes se facilita con la visita a sus diversos Centros de Interpretación, auténticos guardianes del patrimonio natural y cultural de la región. Desde el Centro de Información e Interpretación de Las Hurdes en Riomalo de Arriba-Ladrillar hasta el Centro de Interpretación de la Artesanía Hurdana en La Huetre, cada espacio nos invita a descubrir la riqueza de la naturaleza, la tradición, la gastronomía y la artesanía local.

Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres
Volcán de El Gasco (Foto: descubrirlashurdes.com)

Sin embargo, lo que verdaderamente sorprende en Las Hurdes es su capacidad para deslumbrarnos con lo inesperado. ¿Quién hubiera imaginado la existencia de lo que aparenta ser un volcán en esta comarca? El Volcán de El Gasco, objeto de investigaciones recientes que sugieren su origen vinculado a una antigua fundición romana, se erige como un destino imperdible en nuestra travesía.

El agua, compañera fiel a lo largo del camino, nos deleita con la serenidad de sus ríos, que serpentean entre valles y municipios, ofreciéndonos panoramas de una belleza sobrecogedora. Los miradores, como el de las Estrellas en Casares de Hurdes o el de la Carrasquera en Riomalo de Arriba, nos invitan a contemplar atardeceres de ensueño, mientras que el imponente enebro de Las Mestas, un Árbol Singular que desafía el tiempo con su majestuosidad, nos conecta con la grandeza de la naturaleza.

Los seis pueblos de Las Hurdes

El legado invaluable de esta comarca, considerada agreste al visitante, hoy nos envuelve con su encanto, se manifiesta de manera singular en las localidades que la forma:

|1| Casar de Palomero, custodio de los vestigios romanos y árabes en Las Hurdes

Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres
(Foto: almahurdes)

A orillas del apacible río Los Ángeles se encuentra Casar de Palomero, un encantador pueblo que ha sido testigo del devenir de diversas civilizaciones a lo largo de los siglos. Romanos, álanos y árabes dejaron su huella en estas tierras de Las Hurdes Bajas, dotando a esta localidad de un rico legado histórico y arquitectónico que merece ser descubierto.

El antiguo barrio judío, con sus estrechas callejuelas y vestigios de antiguas viviendas, constituye uno de los puntos de mayor interés dentro del patrimonio de Casar de Palomero. Aquí, la Iglesia del Espíritu Santo, erigida en el siglo XVIII sobre los cimientos de una mezquita medieval, y la Ermita de la Cruz Bendita, que se alza sobre los restos de una antigua sinagoga, son testigos silenciosos de la convivencia y la transformación cultural a lo largo de los siglos.

Al recorrer el intrincado entramado de calles es imprescindible detenerse en la Plaza Mayor, donde los impresionantes soportales invitan a sumergirse en el pasado glorioso de la localidad. La historia se despliega también en los alrededores, donde la alquería de Pedro Muñoz resguarda un antiguo dolmen prehistórico, y en Rivera Oveja, donde las ruinas de una almazara árabe esperan ser descubiertas, testimoniando la antigua actividad económica de la región.

|2| Caminomorisco, refugios serenos de agua y paz en el corazón de Las Hurdes

Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres
(Foto: guiarepsol)

Su peculiar nombre tiene sus raíces en la antigua senda que recorrían los moriscos expulsados de las Alpujarras granadinas, quienes, en su éxodo, buscaban refugio en las tierras de Las Batuecas salmantinas. Este pintoresco municipio cacereño se funde armónicamente con el paisaje de Las Hurdes Bajas, compartiendo esta distinción con su vecino Pinofranqueado. Sin duda, Caminomorisco merece ser el centro de todas las miradas, pues dentro de sus límites municipales se encuentra el encantador paraje natural conocido como el Chorreón del Tajo, un remanso de paz rodeado de pinares donde destaca una refrescante piscina natural, accesible a través de una serpenteante pista forestal.

Pero la grandeza de Caminomorisco no se detiene aquí. A poca distancia, se encuentra el asombroso meandro del Melero, una maravilla geológica esculpida por el río Alagón, que marca el límite municipal entre Caminomorisco y Sotoserrano. Este impresionante fenómeno natural, con sus curvas sinuosas y sus imponentes acantilados, ofrece una vista espectacular que deja sin aliento a quien se aventura a contemplarlo.

|3| Casares de las Hurdes, el mirador natural hacia Salamanca

Las Hurdes, tesoro oculto de naturaleza y tradición en el norte de Cáceres
(Foto: almahurdes)

Casi rozando los límites de la provincia de Salamanca, emerge majestuosa Casares de las Hurdes, una localidad que se erige como un verdadero tesoro en lo alto de una colina, conformada por varios núcleos que se entrelazan armoniosamente, como Robledo, Heras, La Huetre o Casarrubia, entre otras pedanías. Conocida como el ‘Balcón de Las Hurdes’, esta pintoresca villa ofrece a sus visitantes vistas panorámicas espectaculares, especialmente desde las alturas del puerto que conduce a Robledo, una de las alquerías enclavadas en la majestuosa Sierra de la Peña de Francia.

Con una historia que se remonta a tiempos prehistóricos, Casares de las Hurdes cuenta con valiosos vestigios que narran el pasado de la región, como los petroglifos de La Sepultura de la Mora, en La Huetre, y La Mano de Niño, en Casarrubia, que testimonian la presencia humana desde tiempos inmemoriales. Además, en los alrededores del pueblo, se encuentra el lugar donde Alfonso XIII y su séquito establecieron su residencia temporal durante su viaje por la comarca en 1922, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva.

El encanto de Casares de las Hurdes reside también en su arquitectura tradicional, que se exhibe con orgullo en las múltiples viviendas de la localidad y en la imponente Iglesia del Santísimo Sacramento, erigida a principios del siglo XVIII. El campanario exento de esta iglesia, construido con habilidad en base a pizarra unida con argamasa, es un ejemplo destacado de la maestría artesanal que caracteriza a la región.

|4| Ladrillar, el corazón natural de las Hurdes

Charco de las Ollas en Ladrillar (Foto: hoy.es)

Emplazado en el punto más septentrional de Extremadura y rozando las fronteras con Salamanca, se encuentra Ladrillar, una verdadera joya de la naturaleza en la hermosa Comarca de Las Hurdes. Rodeado de exuberantes masas forestales que albergan una biodiversidad única, este pintoresco pueblo es un paraíso para la flora y la fauna autóctonas, donde los robledales, encinares, pinares, acebos y madroñeras dan cobijo a una variedad de especies como jabalíes, cabras montesas, zorros, ciervos y majestuosas aves rapaces.

Constituido por tres encantadoras alquerías, Ladrillar despliega su encanto rural con orgullo. Riomalo de Arriba, situado a los pies de la imponente Peña de Francia, se erige como un verdadero museo al aire libre de arquitectura tradicional hurdana, mientras que Cabezo y Las Mestas, esta última reconocida por la calidad de su miel y polen, añaden su propia singularidad al paisaje de la región.

En el ámbito religioso, Ladrillar brilla con una serie de tesoros patrimoniales. La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen es un ejemplo destacado de la riqueza arquitectónica de la zona, mientras que el emblemático enebro centenario, designado como Árbol Singular de Las Hurdes, se alza como un guardián silencioso de la historia y la tradición del pueblo. Además, la Factoría de Alfonso XIII, un centro asistencial mandado construir por el rey tras su histórica visita a Las Hurdes en 1922, añade un toque de relevancia histórica a la localidad.

|5| Nuñomoral, refugio de cigüeñas negras

Nuñomoral (Foto: Cáceres Impulsa)

Enclavada en las Hurdes Altas, en el apacible Valle del río Hurdano, se alza Nuñomoral. Esta pequeña localidad es, sin duda, una de las joyas que resguarda las antiguas tradiciones de estas tierras cacereñas entre imponentes picos y serpenteantes gargantas. La fervorosa Semana Santa de este pueblo, donde la Pasión de Cristo cobra vida en una emotiva representación, es aclamada por su arraigado fervor popular. Sin embargo, más allá de sus tradiciones religiosas, Nuñomoral también alberga un importante legado arquitectónico en su Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El templo, construido sobre los cimientos de un templo del siglo XVI, se erige como un testigo silente del paso del tiempo.

Los parajes naturales que adornan el término municipal, abrazando diversas alquerías, invitan a la exploración a través de una red de senderos señalizados. Entre ellos, destaca la impresionante Ruta de la Cigüeña Negra, que se extiende a lo largo de 18 kilómetros por el Valle de la Batuequilla. En este remanso el murmullo del chorro homónimo acompaña el peregrinaje de los visitantes. Este idílico enclave es el hogar de numerosas cigüeñas negras, que regalan un espectáculo único y cautivador en medio de la naturaleza.

|6| Pinofranqueado, el tesoro escondido de las Hurdes

(Foto: apartamentos rurales El Prado)

Esta joya escondida está constituida por el territorio que acoge once alquerías o pequeños conjuntos de viviendas, siendo Ovejuela la más poblada entre ellas. A pesar de su tranquilidad, Pinofranqueado alberga a una comunidad estable de aproximadamente 1.680 habitantes, una rareza en la región.

El territorio de Pinofranqueado se despliega en un entorno montañoso que ofrece vistas impresionantes. Este paisaje escarpado y agreste invita a los visitantes a explorar sus senderos y descubrir sus tesoros naturales.

Pinofranqueado cuenta con una amplia gama de atractivos turísticos que deleitarán a los amantes del senderismo y la naturaleza. Nada como tomar una fotografía de las pintorescas alquerías y apreciar la arquitectura tradicional de la zona. También puedes embarcarse en una emocionante ruta hasta la Piscina Natural del río Los Ángeles o la cascada conocida como el Chorrito de Ovejuela. Éstas son solo algunas de las experiencias que cautivarán a quienes se aventuren a descubrir este encantador rincón de Las Hurdes.

¿Será tu vida la misma tras descubrir los misterios y las maravillas que aguardan en este rincón de la geografía española? Solo aquellos que se aventuren a explorar Las Hurdes podrán responder a esta pregunta con certeza.

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