El Hombre Almohada
El hombre almohada, de Martin McDonagh, se presentó por primera vez el 13 de noviembre de 2003. En el National Theatre en Cottesloe, Londres, dirigida por John Crowley.
Posteriormente, el espectáculo se llevó a Broadway, producida por el National Theatre, Robert Boyett Theatricals LLC y RMJF Inc. El estreno tuvo lugar, el 10 de abril de 2005, en el Booth Theatre de Nueva York.
Actualmente, David Serrano director de la obra. Adaptó la misma, y está recorriendo todo el territorio nacional para darnos a conocer esta maravillosa obra de humor negro de McDonagh. Próximamente podremos disfrutar de la obra en nuestro Teatro Palenque. Más concretamente, el sábado 19 de febrero a las 20:30 horas.
Entre el reparto de la obra cuentan con actores de reconocimiento nacional como son Belén Cuesta, Ricardo Gómez, Juan Codina y Manuela Paso.
Descubriendo la obra El hombre almohada
Katurian, protagonista de la obra, es una escritora de relatos cortos. En los que se describen malos tratos hacia menores. Y es arrestada por la policía de un estado totalitario. Su crimen no es la subversión política como nos hacen sospechar al principio. Sino que sus historias se parecen sospechosamente a una serie de crímenes que se han sucedido en los últimos tiempos.
Aunque Katurian jura que es inocente, se entera de que su hermano Michal, ha cometido los crímenes.
En la obra se entremezcla la historia de Katurian con la recreación de algunos de sus relatos.
El problema al que se enfrenta Katurian es si debe sacrificar su propia vida y la de su hermano o garantizar la conservación de sus obras.
Como bien nos explica David Serrano, la obra “El hombre almohada”, es la que quizá sea la obra maestra de McDonagh. La obra en si habla de cosas que no son fáciles de escuchar en la sociedad actual. Y nos muestra situaciones que no son fáciles de contemplar. “El mundo para McDonagh es un lugar hostil en el que pocas cosas nos ayudan a escapar del horror. Una de ellas es, sin duda, el arte y, más concretamente, la literatura. Lo es para Martin McDonagh y lo es para Katurian. Quien se encontrará frente a un dilema con el que muchos artistas se enfrentan hoy en día: ¿hasta qué punto es un creador responsable de la percepción que tienen los espectadores de sus obras?”.
Las obras de la protagonista, cuentos, son macabros de inicio a fin. Pues hablan de infancias destruidas por la violencia. De un mundo que una vez fue un lugar casi perfecto, pero en el que, en un momento determinado, todo se torció. “Sus cuentos son brutales, terribles. Pero, al mismo tiempo, están llenos de poesía. Incluso de una extraña y particular belleza”, pues así lo defiende Katurian, y seguramente también McDonagh, que es el mundo en el que vivimos.
“No hay finales felices en la vida real”, dice McDonagh en boca de su protagonista. La vida de Katurian es como la de los personajes y su obra es un reflejo de esa infancia.
“Aunque nadie parece valorar sus cuentos, ella está convencida de que pasarán a la posteridad. Y eso es lo único que le importa de verdad. Katurian es capaz de sacrificar su propia vida. Entiende que su existencia únicamente habrá tenido sentido si deja algo detrás de ella, aunque sólo sea esas breves historias habitadas por personajes que han sufrido abusos, maltratos y castigos injustos y crueles. McDonagh parece que nos quiere decir, apoyado en su particularísimo humor negro, que la vida de un artista sólo tiene sentido si su obra perdura. Bueno, está claro que después de haber escrito está función absolutamente genial, para mí uno de los mejores textos de este siglo, Martin McDonagh puede estar muy tranquilo: su obra nunca va a ser olvidada” termina apuntando David Serrano sobre la obra.
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