Castilla-La Mancha no se camina, se descubre te dejamos cuatro rutas para perderse en Castilla-La Mancha. Desde el empedrado que habla en los pueblos hasta el silencio de las hoces que corta el aliento, la región ofrece rutas que no sólo conectan parajes, sino que reconcilian con el tiempo y con uno mismo. Hoy te proponemos cuatro itinerarios, pensados para todos los niveles y perfectos para una escapada desde Talavera de la Reina. Toma nota, prepara las botas… y no te olvides de mirar arriba.
1. Ruta de las Barrancas de Burujón (Toledo)

Nivel: Fácil – Ideal para familias o paseantes tranquilos
Un paseo que se convierte en postal. A apenas a una hora de Talavera, este paraje sorprende con su semejanza a un cañón del Colorado en miniatura. Los cortados rojizos del embalse de Castrejón, esculpidos por siglos de erosión, ofrecen una ruta circular de unos 5 km con miradores panorámicos. Un lugar para detenerse y contemplar.
2. Ruta del Chorro de los Navalucillos (Cabañeros, Montes de Toledo)

Nivel: Medio – Para senderistas ocasionales con ganas de aventura
Si buscas naturaleza salvaje sin alejarte mucho, este recorrido dentro del Parque Nacional de Cabañeros es un acierto. El sendero (unos 9 km ida y vuelta) serpentea entre robles y jaras hasta una cascada impresionante: el Chorro. El frescor del agua contrasta con el verdor del bosque.
3. Ruta de las Caras de Buendía (Cuenca)

Nivel: Medio Alto – Cultural, mística y diferente
No es solo una caminata. Es una galería de arte al aire libre. En los pinares que rodean el embalse de Buendía, esculturas gigantes talladas en la roca vigilan el paso del caminante. La ruta (de unos 7 km) es un encuentro con lo ancestral, lo artístico y lo simbólico.
La escultura de “La Monja” bajo la luz del mediodía es un clásico.
4. Ruta de la Laguna de Peñarroya a las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real)

Nivel: Alto – Para senderistas con fondo y espíritu de explorador
Este recorrido de 18 km une dos joyas naturales: la laguna de Peñarroya y el corazón de las Lagunas de Ruidera. Aunque más exigente, regala una experiencia inolvidable: ver cómo el agua marca el ritmo de la tierra manchega. Perfecta para quienes buscan desconectar (de verdad) del ruido y conectar con lo esencial.
Recomendación: empieza temprano, y lleva calzado cómodo.
No hace falta irse lejos para encontrarse con paisajes que enamoran, caminos que cuentan historias y pueblos que siguen latiendo. Desde Cover Talavera te animamos a redescubrir lo cercano con ojos nuevos. Porque, como decía Machado, “el camino se hace al andar”… pero también al mirar.