
La reapertura del local Jake, situado frente a una guardería y un centro de educación infantil en el barrio de Gamonal, ha provocado un nuevo foco de tensión vecinal. Numerosos residentes han expresado su malestar por la decisión del Ayuntamiento de no frenar la licencia del establecimiento, a pesar de las quejas acumuladas en los últimos meses.
Durante la pasada legislatura, la licencia del local fue paralizada mediante mecanismos legales. Sin embargo, en esta ocasión, según denuncian varios vecinos y colectivos ciudadanos, la administración local ha optado por no intervenir.
Desde la oposición se acusa al equipo de gobierno de “mirar hacia otro lado” ante una situación que consideran preocupante. También señalan la falta de cumplimiento de medidas anunciadas por el propio alcalde, José Julián Gregorio, como la instalación de cámaras de seguridad en la zona, algo que a día de hoy no se ha materializado.
“Lo que está ocurriendo no es nuevo”, comentan residentes del barrio. “Sabemos perfectamente qué tipo de actividad ha habido en ese local, y estamos preocupados por la seguridad de nuestros hijos”.
Vecinos y plataformas barriales recuerdan que se han presentado reclamaciones, recogidas de firmas y concentraciones pidiendo que se evitara esta reapertura. Sin embargo, el Ayuntamiento no ha ofrecido respuesta pública ni ha dado explicaciones claras sobre por qué en esta ocasión no se han utilizado las herramientas legales disponibles, como sí se hizo anteriormente.
La situación se agrava, según denuncian, por la cercanía del establecimiento a centros escolares. La reapertura ha generado un sentimiento de abandono entre quienes llevan meses exigiendo medidas de control.
En los próximos días, se prevén nuevas movilizaciones vecinales para exigir explicaciones al gobierno municipal y solicitar medidas inmediatas de seguridad, regulación y supervisión de la actividad del local.