Viajar por las carreteras del sur de Madrid es una invitación a descubrir pueblos llenos de historia, encanto y una tradición gastronómica que enamora. Conoce estos 3 destinos de película cerca de Talavera qué forman un triángulo cultural para quienes desean una escapada cercana, auténtica y sabrosa. Tres destinos que combinan patrimonio, tranquilidad y platos con identidad.
Colmenar de Oreja: vino, arte y dulces centenarios
A pocos minutos de Chinchón, Colmenar de Oreja sorprende por lo que esconde bajo tierra: una red de bodegas subterráneas donde el vino reposa en tinajas de barro, respetando técnicas centenarias. En estas galerías frescas se conservan las raíces vitivinícolas del municipio.
Pero Colmenar también se saborea. Sus famosas “pelotas de fraile” —bollos esponjosos rellenos de crema, chocolate o dulce de leche— son un dulce legado con cinco siglos de historia. Y si el vino y la repostería no fueran suficiente motivo para visitarlo, lo es también su legado artístico: el Museo Ulpiano Checa, dedicado al pintor local, muestra una notable colección de obras y es uno de los centros culturales más destacados de la zona.
Chinchón: balcones con sabor y siglos de historia
Famoso por su inconfundible Plaza Mayor, Chinchón es sinónimo de tradición. Esta plaza porticada, con sus 234 balcones de madera, funciona también como coso taurino y es escenario habitual de eventos, mercados y terrazas donde probar lo mejor de la cocina local: quesos artesanos, hornazo, ajos y los dulces de las clarisas.
No faltan motivos para pasear por sus calles: la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que guarda un cuadro de Goya; el castillo de los Condes, desde el que se contempla todo el entorno; o el Parador, instalado en un antiguo convento del siglo XVII, que permite dormir entre muros con historia. Y, por supuesto, hay que brindar con su famoso anís, emblema del pueblo y conocido internacionalmente.
Nuevo Baztán: urbanismo ilustrado y herencia industrial
Fundado a comienzos del siglo XVIII por el empresario navarro Juan de Goyeneche, Nuevo Baztán es uno de los primeros ejemplos de urbanismo industrial planificado en España. Diseñado por el arquitecto barroco José de Churriguera, este “pueblo-fábrica” encarnó el sueño ilustrado de modernización promovido por los Borbones.
El conjunto monumental —con el palacio de Goyeneche, la iglesia anexa y las antiguas fábricas— ofrece una estampa única, mezcla de piedra, simetría y silencio. Aquí se elaboraban vidrio, papel, paños, aguardiente y hasta confitería. Hoy, sus plazas tranquilas y sus calles ordenadas invitan al paseo y a imaginar el bullicio de un pasado industrial que dejó huella. Estos 3 destinos de película a un paso de Talavera te harán vibrar en tu próxima escapada.
