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domingo, diciembre 1, 2024
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Ávila y siete pueblos bonitos donde escaparte

Siete pueblos bonitos de Ávila donde escaparte
Siete pueblos bonitos de Ávila donde escaparte

Además de la ciudad de Ávila, la provincia de Ávila ofrece una gran variedad de lugares y atractivos turísticos para visitar. Por eso hemos hecho una selección de siete pueblo bonitos de Ávila donde escaparte y disfrutar. Aunque primero daremos un repaso a las 4 razones por las que se debería considerar visitar la provincia de Ávila:

La primera es el increíble Monasterio de Santo Tomás. Es uno de los monasterios más importantes de la provincia. Fue construido en el siglo XV y alberga importantes obras de arte, como un retablo de alabastro tallado en el siglo XVI.

La segunda y quizás la más importante para los amantes de la montaña es la Sierra de Gredos. Esta es una impresionante cadena montañosa que se extiende por varias provincias de España, entre ellas Ávila. Es un lugar ideal para hacer senderismo, escalar montañas, acampar y disfrutar de la naturaleza.

Por su puesto el maravilloso Valle del Tiétar. Región de la provincia de Ávila que se extiende a lo largo del río Tiétar. Cuenta con hermosos paisajes, pueblos medievales y una gran variedad de flora y fauna. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

Visitas y gastronomía

Parte del buen turismo consiste y disfrutar de la gastronomía fuera de casa y la provincia de Ávila es conocida por su excelente gastronomía. Algunos de sus platos más famosos incluyen las judías del Barco de Ávila, el cochinillo asado y el chuletón de Ávila. También hay una gran variedad de vinos y quesos de la región que vale la pena probar.

En resumen, la provincia de Ávila ofrece una gran variedad de lugares y atractivos turísticos que la convierten en un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la cultura, la gastronomía y la historia.

Pero, vamos con nuestra recomendación de siete pueblos bonitos por visitar y disfrutar.

|1| Piedrahita, Ávila

Plaza de Piedrahita.

Al sur de la provincia se encuentra el pintoresco pueblo de Piedrahita, situado en la vertiente norte de la Sierra de Villafranca y flanqueado al oeste por la Sierra de Peñanegra. Además de disfrutar de un agradable paseo por sus calles y descubrir su plaza Mayor porticada, es imprescindible degustar los platos típicos de la zona. Pero lo más destacado es admirar el Palacio de los Duques de Alba, un imponente monumento de estilo barroco francés que se construyó entre 1755 y 1766 en el lugar donde antes se encontraba el antiguo castillo de los Álvarez de Toledo. Junto a este se encuentra el Torreón, conocido como la torre del reloj, que inspiró la famosa poesía de Gabriel y Galán «Los dos nidos».

Otros lugares de interés incluyen la iglesia de Santa María la Mayor, de estilo gótico, construida en el siglo XIII; la casa de Gabriel y Galán, donde vivió el poeta durante su magisterio en la villa; el convento de las Carmelitas Descalzas, fundado por María de Vargas y Acebedo en torno a 1460, que conserva su iglesia de estilo gótico; la ermita de la Virgen de la Vega, escenario de fiestas tradicionales del Valle; el teatro, que conserva su histórica fachada en perfecto estado.

Las ruinas del convento Santo Domingo, que muestran algunos restos de su antiguo esplendor, como la capilla mayor de su iglesia del siglo XIV, las bóvedas de crucería en las naves laterales, la fachada y la puerta principal, y la plaza de toros, donde se encuentra la sede de la Asociación Ecuestre Valle del Corneja, que trata de incentivar la afición por el caballo en la comarca.

Ideal para el deporte

Además, Piedrahita es un lugar privilegiado para practicar parapente y disfrutar de las impresionantes vistas de la Sierra de Gredos desde las alturas. En resumen, Piedrahita y sus alrededores ofrecen una gran variedad de lugares de interés cultural, histórico y natural que hacen de esta villa un destino turístico ideal.

|2| Arévalo, Ávila

Castillo de Arévalo.

La ciudad de Arévalo, capital de La Moraña, es un importante referente de la arquitectura mudéjar castellana. La mejor manera de descubrir todos sus encantos es pasear por sus calles, siendo la Plaza de la Villa uno de los mejores ejemplos. Con soportales irregulares, suelo empedrado y casas que reflejan la arquitectura popular castellana, está flanqueada por las iglesias de San Martín y Santa María, ambas del siglo XII, y la antigua Casa de los Sexmos, que hoy en día alberga el Museo de Historia Arevalorum.

No puedes perderte la puerta de Alcocer, la única que se conserva del recinto amurallado, y la iglesia del Salvador, un monumento que conserva del románico los capiteles del arco toral de la capilla del Evangelio y del mudéjar la torre de dos cuerpos. También hay que visitar el puente de Medina, una de las obras civiles más destacadas de la localidad del siglo XIV, y la ermita de la Lugareja, ubicada en las afueras de la ciudad.

Destaca, además, su castillo, construido a mediados del siglo XV por orden de Don Álvaro de Zúñiga y levantado sobre los restos de una puerta del recinto amurallado de la villa de Arévalo del siglo XII.

No puedes irte de la ciudad sin probar su exquisita gastronomía. Entre sus platos típicos, destaca el Tostón de Arévalo, un asado de cochinillo, y sus dulces típicos como la torta de veedor y los rozneques, unos tirabuzones de masa frita dulces y anisados.

|3| El Barco de Ávila

El Barco de Ávila: qué ver, dónde dormir y dónde comer
El Barco de Ávila, visa aérea.

El Barco de Ávila, cabeza natural de la comarca formada por los Valles del Tormes y del Aravalle, es un destino perfecto para una escapada de fin de semana. Aunque esta villa estuvo completamente amurallada en el pasado, todavía se pueden apreciar algunos restos de la muralla. Incluyendo la Puerta del Ahorcado de estilo románico, que fue reconstruida en el siglo XVI.

Durante un paseo por su casco antiguo, se pueden admirar casonas nobles y palacios de distintas épocas y estilos, como la Casa del Reloj, una antiquísima casa consistorial que se derribó en el siglo XVIII y se reconstruyó con paredes de piedra labrada y mampostería de inconfundible traza castellana, o la Casa de la Recaudación, embellecida por columnas de granito.

Además de esto, los visitantes pueden admirar la iglesia parroquial de La Asunción de Nuestra Señora. Originalmente levantada en el siglo XII y reconstruida profundamente en el XIV. La ermita de San Pedro del Barco, construida en 1663 en el mismo lugar donde nació San Pedro del Barco en 1088. Su puente medieval de ocho arcos que cruza el río Tormes, la ermita del Santísimo Cristo del Caño y el edificio de la cárcel, que actualmente alberga la Biblioteca Municipal, el Aula Mentor y tres amplias salas de exposiciones.

El edificio más emblemático es el castillo de Valdecorneja. Construido en el siglo XII sobre un castro vetón que fue destruido por los romanos y reconstruido en el siglo XIV, donde actualmente se celebran actividades culturales.

Por supuesto, una de las cosas más famosas de El Barco de Ávila son sus exquisitas judías. Consideradas las reinas de las legumbres de Castilla y León y que cuentan con Denominación de Origen.

|4| Candeleda, Ávila

Los 3+1 lugares más bonitos de Candeleda
La Casa de las Flores.

Candeleda está ubicada en la vertiente sur de la sierra de Gredos, al pie del Almanzor. Debido a su cercanía con Extremadura, su arquitectura se asemeja más a la de los pueblos de La Vera. Con casas de entramados de madera que se pueden apreciar principalmente en las calles del Moral, de la Corredera y del Pozo. Entre sus monumentos más destacados se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Se trata de una edificación de tres naves y capilla mayor poligonal construida entre los siglos XV y XVI. La casa de las Flores también es un punto de interés, ya que alberga el museo del Juguete de Hojalata en su interior y su colorida decoración exterior la convierte en uno de los rincones más fotografiados. La casa de la Judería es un espacio cultural y gastronómico.

Y a las afueras de Candeleda se encuentra el santuario de la Virgen de Chilla, una iglesia del siglo XVIII que cuenta en su interior con paneles de cerámica que narran el milagro de la Virgen.

Muy cerca

Además, cerca de Candeleda, es recomendable visitar el Castro vetón de El Raso. Uno de los yacimientos arqueológicos más completos de la protohistoria de la meseta castellana que data de los siglos V al I a.C. En verano, los visitantes pueden disfrutar de un baño en algunos de los charcos naturales que brotan de la garganta de Santa María.

|5| Bonilla de la Sierra, Ávila

Bonilla de la Sierra.

Bonilla de la Sierra es un pequeño pueblo situado en el valle del Corneja, a 1.079 metros de altitud. Solía ser refugio para obispos abulenses que deseaban alejarse de la ciudad. Esta villa medieval contaba con una gran muralla que cubría su perímetro. Su construcción se llevó a cabo en la segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV, aunque quedan pocos restos de la misma. Su castillo, hoy de propiedad privada, es uno de sus grandes atractivos que albergó bajo sus muros a diferentes prelados y personajes ilustres como Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica. La torre del homenaje, en la que se conservan frescos con temas caballerescos, es su edificio mejor conservado.

La iglesia-colegiata San Martín de Tours es la joya de Bonilla de la Sierra. Un templo de estilo gótico, ordenado construir por el Cardenal Juan de Carvajal y finalizado en la primera mitad del siglo XV. Destacan sus dos capillas, la de los Chaves y la de Álvarez de Guzmán, y sus retablos de gran belleza. La iglesia está situada en la plaza Mayor, en la que predominan las casonas solariegas.

A 1,5 kilómetros del pueblo, en una zona conocida como ‘El Mortero’, se encuentra un altar rupestre que data de la época entre el final del Neolítico y el Bronce Antiguo/Medio. Este lugar es visitado por quienes buscan conocer más acerca de los rituales y cultos al sol y la luna que se llevaban a cabo en la zona.

|6| Madrigal de las Altas Torres, Ávila

Madrigal de las Altas Torres.

Madrigal de las Altas Torres es una villa medieval fortificada única situada en una llanura sin defensa natural alguna. Su recinto amurallado, considerado monumento histórico-artístico, es un ejemplo excepcional de la arquitectura militar medieval y un testimonio relevante del sistema constructivo mudéjar. Ubicado en La Moraña, a unos 74 kilómetros de Ávila, este pueblo está estrechamente relacionado con grandes personalidades como Isabel la Católica, el obispo don Vasco de Quiroga -ambos nacidos aquí- y Fray Luis de León, quien falleció en estas tierras.

Mucho por ver

La iglesia de San Nicolás de Bari es un ejemplo fantástico del arte románico-mudéjar construida en el siglo XIII y reformada en el XV. Destacan su enorme torre campanario de 65 metros de altura y la pila bautismal en la que fue bautizada Isabel la Católica. Es uno de los edificios más representativos, pero no el único.

El palacio de Juan II, morada real que acogió la Corte itinerante de Castilla desde el año 1424 hasta el 1497. Actualmente es el convento de Nuestra Señora de Gracia. La iglesia de Santa María del Castillo, un templo construido bajo la influencia arquitectónica del estilo mudéjar que combina los estilos románico y neoclásico, incorporado en reformas posteriores, y que cuenta con un preciado retablo barroco. El Real Hospital de la Purísima Concepción, que alberga el museo vasco de Quiroga, el centro de interpretación de la naturaleza y la oficina de turismo, y cuya capilla alberga la imagen más venerada de Madrigal.

El Santísimo Cristo de las Injurias y los restos del convento Agustino de Madrigal, que se elevan a las afueras de las murallas entre los campos de cereales, son otros puntos de interés del pueblo.

|7| Arenas de San Pedro, Ávila

Parque Regional de la Sierra de Gredos.
Castillo del Condestable Dávalos.

Arenas de San Pedro es un pueblo encantador situado en la vertiente Sur de la Sierra de Gredos, en el hermoso Valle del Tiétar. Este destino turístico cuenta con un entorno natural envidiable que ofrece diversas opciones de paseos y actividades al aire libre. Además, Arenas de San Pedro presume de un rico patrimonio monumental que incluye el castillo gótico del Condestable Dávalos. Se trata de una impresionante fortaleza construida entre 1395 y 1423 que cuenta con un museo en su interior que recorre su historia. El patio de armas del castillo es el escenario de diversas actividades culturales y festivas que tienen lugar durante todo el año y que no se pueden perder. También es imprescindible un paseo por el adarve de la torre del homenaje, desde donde se pueden disfrutar de impresionantes vistas de la villa.

Entre los edificios más destacados de Arenas de San Pedro se encuentra el palacio del Infante D. Luis de Borbón y Farnesio, una obra maestra del estilo neoclásico. Su pórtico de proporciones clásicas, que se asemeja a un arco de triunfo, y su balcón con balaustrada en piedra granítica son dignos de admiración. Otros imprescindibles son la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que cuenta con una torre renacentista de Santa Bárbara. Así como el puente medieval Aquelcabos y la ermita del Cristo de los Regajales.

Fuera del casco urbano de Arenas de San Pedro, se pueden visitar otros lugares de gran interés. Como son el santuario de San Pedro de Alcántara, el último convento que fundó el santo extremeño, y las Cuevas del Águila, una joya del patrimonio geológico de Ávila que no se pueden dejar de conocer.

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