Donde el diseño se convierte en recuerdo
En Talavera de la Reina, hay bares y restaurantes que no solo se degustan: también se contemplan. Son espacios donde el diseño se convierte en un ingrediente más, donde la tradición cerámica renace y donde la personalidad de cada local se convierte en una experiencia envolvente. Esta transformación lleva el sello de Espacio Interior, un estudio local de diseño que ha conseguido hacer del interiorismo una forma de contar historias.
Hoy recorremos cuatro de sus obras más inspiradoras. Cuatro locales donde se come, se bebe, pero sobre todo, se vive el espacio.
Shusido: el templo nipón donde Mazinger se hace de barro
Shusido no es un restaurante japonés más. Es un homenaje cruzado: a la cultura del sushi y al imaginario de la infancia. Su nombre —Mazinger Shusido— ya revela la intención de unir la estética manga con la tradición talaverana. ¿El resultado? Un espacio donde personajes del anime como Mazinger Z aparecen representados con técnicas cerámicas locales, en una fusión tan improbable como brillante.

Espacio Interior ha conseguido que lo kitsch se vuelva culto, que lo pop se eleve a categoría artística, y que lo tradicional adquiera una nueva piel. Aquí, la cerámica no es solo decoración: es narrativa visual.
Cosafina: cerámica vibrante y cócteles con carácter
En el corazón del casco antiguo, Cosafina es un café-bar con alma propia. A primera vista, seduce por su ambiente cálido y contemporáneo; al detalle, sorprende por su reinterpretación de la cerámica talaverana. Espacio Interior ha sabido dar una nueva vida a los azulejos clásicos, integrándolos en un entorno donde lo moderno y lo tradicional conviven sin estridencias.

Cosafina es el claro ejemplo de que la cerámica no solo pertenece a las fachadas o a los museos. Aquí forma parte del mobiliario, del lenguaje del local, de su forma de comunicarse con quien entra. Tapear nunca fue tan estético.
La Corredera: sabor de taberna, alma de diseño
Clásico, acogedor, ecléctico. La Corredera ha sabido mantener su espíritu al «estilo SoHo» de Nueva York, pero con una estética renovada. Espacio Interior ha trabajado aquí con materiales nobles —madera, ladrillo, hierro— para lograr un espacio que respira historia sin renunciar a la comodidad ni al detalle contemporáneo.

No hay cerámica como protagonista, pero sí una atmósfera que da importancia a lo esencial: la conversación, la tapa compartida, la autenticidad.
Casco Viejo: el bar que conecta generaciones
Si hay un lugar donde se respira el pulso de Talavera, ese es Casco Viejo. El local ha sabido consolidarse como referencia gracias a una cocina atrevida y a un espacio que conserva la identidad del entorno. Espacio Interior apostó aquí por el equilibrio entre lo urbano y lo tradicional, dejando que la piedra, la luz cálida y el diseño funcional hablen por sí mismos.

La propuesta gastronómica es innovadora, pero su contexto es profundamente talaverano. Cada rincón está pensado para que el cliente se sienta parte de algo más grande: la historia viva de la ciudad.
Espacio Interior: cuando el diseño es también territorio
Todos estos locales tienen algo en común: han sido diseñados para emocionar. Y esa emoción nace de una comprensión profunda del entorno, de su gente, de sus materiales. Espacio Interior ha demostrado que el interiorismo puede ser algo más que estética: puede ser identidad, puede ser relato, puede ser comunidad.
En Talavera ya no solo se sale a comer. Se sale a contemplar, a tocar, a saborear… también con los ojos.