En pleno invierno, muchos talaveranos se hacen la misma pregunta: ¿Por qué casi nunca nieva en Talavera de la Reina? Mientras que en otras localidades cercanas la nieve cubre tejados y campos, aquí, rara vez se deja ver. Para entender esta curiosidad climática, tenemos que fijarnos en varios factores geográficos y meteorológicos muy concretos.

La clave está en la ubicación
Talavera de la Reina se sitúa en un valle flanqueado por los Montes de Toledo al sur y la Sierra de San Vicente al norte. Esta configuración genera un efecto barrera que suaviza la llegada de frentes fríos intensos. Además, la altitud moderada de la ciudad, en torno a los 370 metros sobre el nivel del mar, no es suficiente para favorecer precipitaciones en forma de nieve de manera habitual.
Influencia del clima mediterráneo continental
Aunque Talavera disfruta de inviernos fríos, su clima es típicamente mediterráneo continentalizado, lo que se traduce en inviernos secos, con pocas lluvias y todavía menos nevadas. Las precipitaciones son más habituales en otoño y primavera, y cuando llegan en invierno, normalmente lo hacen en forma de lluvia, no de nieve.
Las masas de aire frío no siempre llegan
Para que nieve en Talavera se tienen que alinear varios factores: frío en capas altas, temperatura por debajo de 0 °C en superficie y humedad suficiente. Y eso, aquí, sucede en muy contadas ocasiones. Cuando las condiciones se dan, suele ser de forma puntual y breve, dejando un paisaje blanco que desaparece con rapidez.
Algunas nevadas históricas
Aunque no es habitual, Talavera ha sido testigo de algunas nevadas memorables. Quienes vivieron la gran nevada de 2006 aún recuerdan cómo la ciudad amaneció cubierta de blanco. Eso sí, fue algo excepcional.
¿Veremos nieve este invierno?
Los modelos meteorológicos no lo aseguran, pero lo que sí está claro es que si vuelve a nevar en Talavera, será todo un acontecimiento.




