En los alrededores de Talavera de la Reina, la naturaleza no solo nos regala paisajes impresionantes y paseos inolvidables, sino también un sinfín de especies de aves que, curiosamente, podrían haber salido perfectamente de las páginas de Harry Potter. Aves del entorno de Talavera parecidos a los de Harry Potter.
Si eres amante de la saga y disfrutas observando la fauna local, presta atención: estas son algunas de las aves que puedes encontrar cerca de La Portiña y que nos recuerdan a criaturas mágicas del universo creado por J.K. Rowling.
El Fwooper y el agateador común: pequeños cantores con mucho que decir
El Fwooper es una criatura mágica conocida por su canto hipnótico y colorido plumaje. Aunque no tengamos uno real revoloteando por Talavera, sí que podemos encontrar un sustituto digno en la figura del agateador común. Esta pequeña ave, que suele trepar por los troncos de los árboles como si caminara por ellos, es fácil de ver en las inmediaciones de La Portiña. Su plumaje discreto y su canto suave evocan esa conexión especial con los bosques encantados que tanto nos fascinan.
El Jobberknoll y el arrendajo: un destello azul en nuestros campos
El Jobberknoll, otra de las aves del mundo mágico, es descrito como un pájaro azul con un canto que sólo emite al morir. Aunque este dramatismo no se traslada a nuestro entorno, sí encontramos un parecido visual en el arrendajo. Sus alas muestran un patrón de azul vibrante muy similar al del Jobberknoll, y aunque su comportamiento es muy distinto, la belleza de sus colores no pasa desapercibida para ningún amante de la ornitología (o de la magia).
‘Avis’ y las oropéndolas: magia estival en La Portiña
En el universo de Harry Potter, el hechizo «Avis» permite invocar una bandada de aves de la nada, que realiza Hermione y aparecen aves de tonos amarillos y negros. En nuestro entorno, hay una especie cuya presencia veraniega tiene algo de encantamiento: la oropéndola europea. Este pájaro de plumaje amarillo intenso y canto melódico puede verse durante los meses de verano en zonas como La Portiña. Su aparición, siempre fugaz y brillante, recuerda a esas aves mágicas que aparecen cuando menos te lo esperas, dejándonos una estela de color y sonido.
