El acceso al embalse de La Portiña, uno de los entornos naturales más valorados por los talaveranos para hacer deporte o pasar tiempo al aire libre, presenta un estado preocupante. Las condiciones del terreno dificultan seriamente la entrada de vehículos, bicicletas e incluso el tránsito a pie, generando una situación de peligro para quienes frecuentan esta zona.

Tal y como muestran las imágenes que acompañan esta noticia, el camino que lleva hasta el embalse se encuentra lleno de baches, socavones y zonas irregulares que no solo impiden un acceso cómodo, sino que suponen un riesgo especialmente elevado para corredores, ciclistas y familias que acuden a disfrutar del paraje.
Los baches, algunos apenas visibles hasta que es demasiado tarde, pueden provocar caídas, torceduras o accidentes, sobre todo en horas de poca luz o para quienes no conocen bien el terreno. Para quienes van en bici o corren por la zona, estos desniveles inesperados representan un serio peligro, especialmente si no se detectan a tiempo.

A los baches profundos, socavones y el terreno irregular que ya dificultan el paso de bicicletas y peatones, se suma un problema aún más preocupante: la estrechez de la carretera. La vía es tan angosta que, en algunos tramos, dos coches no pueden cruzarse sin que uno de ellos tenga que frenar o maniobrar para evitar salirse del firme, lo que a veces con estos baches se puede dañar el vehículo.

El objetivo es de dar visibilidad a un problema que afecta a la seguridad y al disfrute del entorno natural de La Portiña, un espacio que debería estar en condiciones óptimas para el uso de todos los vecinos de Talavera y su comarca.