Talavera de la Reina – Lo que debía ser una rehabilitación integral con fecha clara de finalización, se ha convertido en una historia interminable. Las obras en las emblemáticas fuentes de la Plaza de España y en la ampliación de los Jardines del Prado vuelven a acumular meses de retraso. El Ayuntamiento ha comunicado ahora una nueva prórroga: hasta finales de noviembre. Y mientras tanto, la imagen de abandono sigue protagonizando uno de los espacios más transitados de la ciudad.
Según ha detallado el equipo de Gobierno en rueda de prensa, el nuevo plazo responde a problemas con el suministro de materiales. Pero lo cierto es que las vallas, los escombros y las fuentes vacías llevan demasiados meses formando parte del paisaje cotidiano.
Las obras, inicialmente previstas para terminar el 28 de septiembre, pasan a alargarse dos meses más, poniendo en evidencia la falta de planificación y control municipal. La empresa adjudicataria, FCC Aqualia, tendrá así hasta el 28 de noviembre para entregar el proyecto. La pregunta que se hacen muchos vecinos es: ¿quién fiscaliza estos plazos? ¿Y cuántos retrasos más se permitirán sin consecuencias?
Mientras los plazos se mueven, el presupuesto público sigue fluyendo. La Junta de Gobierno Local también ha aprobado nuevos contratos y adjudicaciones por valor de cientos de miles de euros: desde la reparación de caminos por más de 240.000 euros, hasta el alquiler de luces navideñas para 2025-2026 por un presupuesto total de 165.000 euros.
A todo ello se suma una curiosa coincidencia: sigue sin resolverse judicialmente una reclamación por parte de la empresa responsable del mantenimiento de zonas verdes, que denuncia silencio administrativo por parte del Ayuntamiento y un contrato en prórroga forzosa desde 2020.
La ciudad, mientras tanto, sigue esperando. Las fuentes, los jardines y el patrimonio merecen algo más que excusas logísticas y presupuestos inflados. Talavera no puede permitirse eternas obras convertidas en rutina.
