
El programa “Estando Contigo” de Castilla-La Mancha Media (CMM) presentó el pasado 17 de septiembre de 2025 un dulce con sello talaverano que aspira a convertirse en referente gastronómico y cultural: las “Coronitas de la Virgen del Prado”. La creadora es la repostera Inma González, natural de Talavera de la Reina, quien ha querido rendir homenaje a la patrona de la ciudad a través de la repostería artesanal.
Durante su intervención en el programa, González explicó cómo este postre, de cuidada elaboración y estética singular, está inspirado en la Virgen del Prado, figura profundamente venerada por los talaveranos y cuya festividad se celebra cada 8 de septiembre. El dulce no solo busca deleitar al paladar, sino también convertirse en una seña de identidad que represente la fusión entre la devoción mariana y la tradición repostera local.
Un postre con raíces en la tradición

Las Coronitas destacan por su forma circular y elegante, que recuerda a la corona de la Virgen del Prado, símbolo de protección, fe y arraigo popular. Su presentación cuidada pretende transmitir respeto hacia la patrona y, al mismo tiempo, conectar con la estética de la cerámica talaverana, donde los motivos florales y geométricos se enlazan en formas armoniosas.
En cuanto a la elaboración, se trata de un postre que combina masa suave, rellenos cremosos y acabados glaseados o almendrados, con un equilibrio entre dulzor y ligereza. Aunque su receta exacta se mantiene en secreto, la filosofía detrás de este dulce se enmarca en la repostería conventual y artesanal castellano-manchega, donde los ingredientes sencillos se transforman en pequeñas obras de arte culinarias.
Origen y simbolismo

La idea de las Coronitas nace de la voluntad de crear un dulce representativo de Talavera de la Reina, al igual que otras ciudades tienen postres emblemáticos ligados a su historia o a su patrona. Su vinculación con la Virgen del Prado no es casual: esta advocación mariana ha sido durante siglos el corazón espiritual de la ciudad, custodiada en la Basílica del Prado, llamada también la “Capilla Sixtina de la cerámica” por su rica decoración azulejera.
La corona que da nombre al postre simboliza tanto la realeza espiritual de la Virgen como la unión de la comunidad talaverana en torno a ella. Así, cada bocado de estas Coronitas no es solo un placer gastronómico, sino también un gesto de identidad, fe y pertenencia.
Hacia un nuevo emblema gastronómico
Con la presentación en CMM, las Coronitas de la Virgen del Prado inician un camino que podría consolidarlas como un nuevo emblema culinario de Talavera de la Reina. Más allá de la repostería, este postre busca ocupar un lugar en la memoria colectiva, como recuerdo de fiestas, celebraciones religiosas y visitas turísticas.
Si la iniciativa prospera, Talavera podría sumar a su riqueza artesanal de la cerámica un dulce con marca propia, capaz de trascender fronteras y convertirse en símbolo de la ciudad.