El Hospital Universitario de Toledo ha puesto en marcha un innovador proyecto de investigación que podría cambiar la forma en que entendemos el envejecimiento. A través de una sencilla muestra de sangre, se busca identificar de forma anticipada el riesgo de sufrir un envejecimiento no saludable en personas de entre 40 y 65 años.

Este estudio pionero, coordinado por el servicio de Geriatría del hospital y respaldado por el SESCAM, se desarrollará en tres fases y se llevará a cabo en las áreas sanitarias de Toledo y Albacete. La intención es detectar, mediante análisis avanzados, patrones biológicos que indiquen si una persona podría llegar a una edad avanzada con dependencia o, por el contrario, en buena forma física y autonomía.
Envejecimiento saludable vs. envejecimiento no exitoso
“El envejecimiento no exitoso afecta a más del 70 % de las personas mayores”, explica el doctor Francisco José García, jefe del servicio de Geriatría. “Aunque vivimos más, lo preocupante es cómo lo hacemos: muchos mayores pierden autonomía y calidad de vida”. Frente a esto, el estudio busca identificar desde edades tempranas señales genéticas y biológicas —lo que se conoce como firmas ómicas— que sirvan como alerta preventiva.
Estas firmas reflejan el estado interno del cuerpo a través de marcadores como proteínas, metabolitos y genes. “El cuerpo deja huellas cuando algo no funciona bien”, afirma el doctor García. “Y muchas de esas señales están ligadas a hábitos de vida mantenidos durante años”.
Un algoritmo que predice el futuro
El objetivo final es crear un algoritmo predictivo que, en base a estas firmas ómicas, determine qué personas están en riesgo de envejecer con dependencia. Este sistema permitiría desarrollar programas de prevención personalizados, una herramienta valiosa tanto para pacientes como para profesionales sanitarios.
Tres fases para una investigación transformadora
- Primera fase: Se seleccionará una muestra de personas mayores con un envejecimiento exitoso (hombres a partir de 81 años y mujeres desde los 85). Sus datos se incluirán en el Biobanco del Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable (ETES). Los laboratorios identificarán las sustancias clave que definen un envejecimiento saludable o no, y se desarrollarán los algoritmos diagnósticos.
- Segunda fase: Se validará la efectividad de esos algoritmos en personas más jóvenes, de entre 20 y 80 años, para comprobar si los biomarcadores se detectan mucho antes de que los síntomas aparezcan.
- Tercera fase: Se realizará una validación clínica con 385 personas de entre 40 y 65 años en el Área Sanitaria de Albacete. Se medirá cuántos de ellos presentan un perfil compatible con un envejecimiento saludable.
Un proyecto multidisciplinar con respaldo científico
Este estudio cuenta con la colaboración de médicos y profesionales de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Toledo y la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, además de expertos en ciencias del deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha y grupos científicos especializados en genómica, proteómica, metabolómica y transcriptómica a nivel nacional.
Impacto real en la salud futura
“Queremos que este estudio sea útil para médicos, enfermeras y pacientes. Si podemos anticiparnos, podemos mejorar la calidad de vida de muchas personas”, subraya el doctor García. Además, el estudio incide de forma especial en la salud de las mujeres mayores, quienes suelen vivir más años con limitaciones físicas.
Este proyecto representa un paso clave hacia una medicina más preventiva y personalizada, y convierte a Castilla-La Mancha en un referente nacional en investigación sobre envejecimiento saludable.