Toledo es una ciudad universalmente excepcional, aunque me decepcionó un poquito saber que había sido reconstruida tras la Guerra Civil. Por hacer un símil, es como cuando a uno le dicen que los reyes magos son los padres, la magia persiste, pero ya nada es igual.
Sin embargo, en Talavera no hemos tenido magnas reconstrucciones, las justas llamadas “parches”, si las hubiera habido otro gallo cantaría a nuestro patrimonio histórico, si no vean cómo tenemos la Alcazaba o los Canónigos. Sería justo que la Junta y la Diputación invirtiera lo que tiene pendiente en Talavera.
No obstante, que las administraciones no hayan hecho bien su trabajo, no es óbice para que los talaveranos desconozcamos nuestro patrimonio histórico, natural y etnográfico. Aunque algunos colectivos y personas han hecho y hacen una labor encomiable e impagable, la mayoría de talaveranos seguimos desconociendo que Talavera es la tercera ciudad con más patrimonio de Castilla La Mancha, seguida de Toledo y Cuenca. Pero es que este desconocimiento va “in crescendo” a medida que nos alejamos de la ciudad a los pueblos, ahí se hacen las tinieblas. Un remedio casero es buscar en internet, cogerse el google maps y lanzarse al ataque, sin más.
Hay que saber que nuestra fortaleza, no está en Talavera ni en sus pueblos, está en un conjunto llamado “TIERRAS DE TALAVERA”, no se entiende una ciudad sin sus pueblos y unos pueblos sin su ciudad, son “Tanto monta, monta tanto”. Históricamente han existido relaciones de índole económico entre el conjunto de nuestros pueblos que han establecido a Talavera como capital funcional.
Compartimos conexiones culturales, idiomáticas, etnológicas y patrimoniales que se han venido desarrollado en una orografía y climatología comunes. Esos históricos vínculos fueron divididos administrativamente e injustamente en las fronteras provinciales de 1833.
Una manera de enmendar semejante desgarro provincial, sería que los dos partidos mayoritarios, que están consensuando el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla La Mancha, reconociesen en justicia la personalidad, la idiosincrasia de Tierras de Talavera, pero para eso tenemos que tener a políticos “Talaveranistas”, sentados en la mesa de negociaciones.
Creo que ese reconocimiento sería la clave de todo, incluyéndose el aumento de inversiones para recuperar, restaurar y poner en valor el patrimonio histórico de Tierras de Talavera, nos convertiríamos en uno de los lugares más visitados de España, lo único que hay que ponerse.
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