Javier Gil y Javier Gil.
Jack Kerouac, en su novela “El camino”, nos habla de esa generación “beat” en la que emprendían un camino en el que tres amigos recorrían los Estados Unidos en un mundo de drogas, alcohol y sexo. El “alter ego” de Kerouac, Moriarty viajaba acompañado de dos amigos a los que define en la obra como estafadores, uno brillante e inteligente y el otro oscuro y sibilino. Si Kerouac hubiera sido español, tal vez habría elegido la carretera nacional V como el lugar donde localizar su historia. El oeste americano convertido en un oeste español en el que el vacío, los salicornios rodando por los pueblos vacíos y el olvido de un país con una de sus tierras serían una imagen perfecta de Talavera y Extremadura.
Parece que el oeste de la península no vende tanto como las Rocosas o el desierto de Mohave y por eso que a los políticos de la Moncloa les importa un pimiento que el AVE llegue a estos lugares o que las carreteras sean del siglo XX. El Ministerio ha informado que se va a realizar un nuevo carril en la Nacional V, eso sí… hasta Maqueda.
El proyecto original realizado durante el Gobierno de Mariano Rajoy ampliaba dicho carril hasta Talavera de la Reina, pero vemos que ahora se ha reducido cuarenta kilómetros. Talavera no importa nada. Tal vez es que tengamos una imagen de paletos cacharreros. ¿Para qué van a hacer este carril a Talavera? Lo dejarán en Maqueda para que así se beneficien los de siempre.
Lo impactante, es que alguna asociación empresarial provincial se ha mostrado eufórica y no hablan del recorte del camino, se sienten encantados con que se pare en Maqueda. Algún medio de comunicación del régimen también lo convierte en la “noticia del año”. Lo cierto es que ni AVE, ni ferrocarril convencional, ni tercer carril de la Nacional V ni un mojón en vinagre.
Lo dicho, si Jack Kerouac levantara la cabeza en España, no tendría por más que firmar su “Camino” a la sombra del monolito.
Por Javier Gil.
