EXPERIENCIA LABORAL vs EXPERIENCIA VITAL
Vivimos en una sociedad en la que la experiencia nos define como personas. Experiencia en el amor, experiencias familiares, experiencias en nuevos lugares, pero sobre todo experiencia vital y laboral. Y es que aquí yace una gran contradicción: La experiencia laboral, lo es todo en nuestras vidas; mientras que la experiencia vital, la forma.
La laboral al estar anotada en un papel, se tiene más en cuenta que unas simples palabras y demostraciones. Pondré un ejemplo muy claro: Si desde pequeño, te has criado con tus abuelos yendo al campo, enseñándote cómo regar cada hortaliza, cómo quitar las malas hierbas, qué productos usar contra ciertas plagas; y de mayor decides ser agricultor y tener un trabajo en este sector, encontrarás que te exigen muchos títulos antes de poder tener un puesto fijo con un salario bien pagado. ¿Por qué? Porque necesitas experiencia laboral, antes de poder acceder a un puesto de trabajo remunerado. Tienes que ir escalando escalón a escalón, aunque durante tu vida ya hayas adquirido los conocimientos necesarios. Se necesita tener un escrito y un papel llamado diploma que certifique esos conocimientos. Demostrarlo, no es lo único que exigen.
Este funcionamiento, es el que prima en muchos sectores. Quizás los que menos se ven afectados son trabajos, llamémoslos, independientes. Con esto me refiero a oficios artísticos como escritor, actor, o artista. No digo que no haga falta estudiar, al contrario. Un artista no podría pintar un cuadro sin antes haber estudiado distintas técnicas y formatos. Al igual que a un actor no le sirve subirse a un escenario o ponerse delante de una cámara y recitar sus líneas, antes debe estudiar distintos métodos y técnicas actorales. Pero aún así, cualquier persona podría pintar un cuadro y que lo llamen arte. Muchos comenzaron en el mundo de la interpretación, y luego se fueron formando.
Hoy en día es imprescindible un título, un diploma o cualquier cosa que certifique lo que sabes. Pero no nos deberíamos centrar sólo en un papel, sino en lo que esa persona puede demostrar que sabe. Todas las personas que estudian la misma carrera, nunca tendrán las mismas capacidades y enfoques, porque la experiencia vital es la que nos dictamina en su mayoría, cómo usaremos esa información adquirida.
