En los años sesenta del siglo pasado, una población de cigüeñas blancas eligió a El Gordo como su destino para el estiaje. Situado junto al Embalse de Valdecañas, este encantador pueblo vio crecer su población gracias a los abundantes recursos naturales que ofrecía, desde anfibios hasta peces, convirtiéndose así en el hogar de la mayor colonia de cigüeñas en España. Hoy en día, un cartel a la entrada del pueblo nos recuerda este curioso y hermoso fenómeno natural que define el paisaje de El Gordo.
Un pequeño municipio encantador
Pero más allá de sus habitantes alados, El Gordo guarda un tesoro arquitectónico y cultural que merece ser descubierto. En el corazón del pueblo se alza la majestuosa Iglesia de San Salvador, una joya del siglo XVI que cautiva con su imponente presencia. Con su arquitectura renacentista y barroca, es otro punto destacado del patrimonio de El Gordo. Financiada por el obispo Gutiérrez Vargas, esta obra maestra es un testimonio del esplendor religioso y artístico de la región en siglos pasados. Sin embargo, no es la única maravilla que El Gordo tiene para ofrecer.
Caminando por la empedrada plaza central, nos adentramos en un laberinto de callejuelas que revelan la rica historia y el encanto de este lugar. La calle Real, en particular, nos transporta a tiempos pasados con sus casonas que datan de los siglos XVII y XVIII. Muchas de estas impresionantes residencias conservan sus elementos originales, desde arcos labrados hasta ventanales germinados, creando un ambiente único que evoca la grandeza de épocas pasadas.
La historia antigua en su entorno
En El Gordo y su entorno se encuentran vestigios arqueológicos que datan del Neolítico y el Calcolítico, incluyendo pinturas rupestres que adornaban las cuevas a lo largo del río Tajo. Aunque algunas de estas maravillas fueron inundadas por el embalse de Valdecañas, su legado perdura como testimonio de la antigua presencia humana en la región.
Y, por supuesto, no podemos olvidar la presencia constante de las cigüeñas blancas, símbolo de la región extremeña, que agregan un toque de encanto natural a la belleza atemporal de El Gordo. Con su paisaje único y su rica historia, este municipio del Campo Arañuelo promete una experiencia inolvidable para aquellos que buscan explorar la auténtica esencia de Extremadura.
