No es razonable que cuando un candidato está en campaña promete solucionarlo todo y cuando llega al gobierno empiece a poner excusas para no hacer lo que prometió.
Entiendo que el actual equipo de gobierno de Talavera se haya encontrado con una “victoria” con la que no contaban y que hasta que se han dado cuenta y han reaccionado puede pasar un tiempo, pero lo que no cabe es que después de tres meses aún sigan atontados por no saber ni cómo ni qué les ha pasado.
Antes todo era sencillo y bastaba con decirlo para que las cosas se hicieran realidad. Ahora en el gobierno, todo son problemas y todo lo malo es culpa de los anteriores. Y lo bueno, por poco que hayan tenido que ver en ello, lo usan para ponerse medallas que lucen con sonrojante satisfacción.
El Alcalde José Julián Moreno, debería usar su bicefalia para pensar y actuar más en vez dedicarse a embestir por los medios de comunicación. La táctica del poli bueno y el poli mano, no cuela. Aquí hay un alcalde de facto y otro que aparenta serlo. No sé muy bien quien es quien, pero está claro que alguien no cumple exactamente con su función.
Al gobierno se debe llegar llorado, con las tareas hechas y con la disposición necesaria para afrontar las cosas, solucionarlas o asumir la incompetencia, que no pasa nada.
Lo que no se puede admitir es no trabajar y echar la culpa a otros de que las cosas no salgan o estén mal. Si algo está mal hay que arreglarlo; si algo está parado, hay que ponerlo en marcha; si algo no se hizo, hay que hacerlo. Para eso se presenta uno a las elecciones y si además las ganas no caben lamentaciones. Los llorones vagos no sirven para nada y Talavera ya ha tenido muchos años de este tipo de gestores.
