Puede que no lo hayas pensado, pero al momento de dormir, muchas veces pequeños gestos de la rutina pueden ser un factor diferencial entre una noche reparadora y otra en la que el sueño se resiste. Si últimamente te cuesta descansar o simplemente quieres mejorar tu rutina nocturna, en este artículo, te contamos seis claves para que el descanso vuelva a ser un placer.

El primer paso hacia un buen descanso
La habitación donde dormimos influye bastante, pues un espacio ordenado, con una temperatura agradable y luz suave, ayuda a que el cuerpo se relaje casi sin darte cuenta; y si además eliges una base de cama que aporte estabilidad, como las bases tapizadas 135×190, notarás cómo el colchón se adapta mejor y el descanso se vuelve más cómodo.
Y en ocasiones, otros detalles como ventilar la habitación cada mañana o elegir ropa de cama agradable al tacto pueden cambiar la sensación al acostarse, así que podemos decir que un ambiente limpio y fresco invita a desconectar y facilita que el sueño llegue antes.
Por otro lado, conviene también reservar el dormitorio solo para dormir, así que evita trabajar o ver series en la cama para que tu cerebro no asocie ese espacio con algo que no sea el descanso y te resulte más fácil desconectar al final del día.
Rutinas y colchón
A ver, no hay una fórmula mágica, pero seguir unos horarios regulares ayuda mucho, principalmente porque acostarse y levantarse a la misma hora, incluso los fines de semana, regula el ritmo interno y favorece un sueño más profundo. Si alguna noche te cuesta dormir, no te obsesiones, mantener la rutina es más útil a largo plazo que buscar soluciones rápidas.
Como decíamos antes, el colchón y la base también cuentan, así que si notas que tu cama ya no resulta tan cómoda o que el colchón se hunde, quizá sea el momento de renovarlos. Puedes comprar bases tapizadas que prolonguen la vida útil del colchón, además, una base firme y en buen estado evita molestias y ayuda a mantener una postura adecuada durante la noche.
Así que podemos decir que revisar el estado de la cama de vez en cuando es una costumbre que puede evitar dolores de espalda o despertares incómodos, así que si al levantarte notas molestias, plantéate si la base o el colchón necesitan un cambio.
Hábitos antes de dormir
La forma en la que terminas el día influye en cómo duermes, por lo que cenar ligero y dejar el móvil a un lado al menos media hora antes de acostarte te puede ayudar a preparar el cuerpo para el descanso. Si te apetece, una infusión suave o un libro pueden ser buenos compañeros antes de dormir.
No te compliques, solo tienes que encontrar una rutina que te ayude a desconectar; algunas personas prefieren la música tranquila, mientras otras optan por ejercicios de respiración. Lo importante realmente es que ese momento sea tuyo y te ayude a dejar atrás el ritmo del día.
Descansar mejor está al alcance de cualquiera si prestamos atención a nuestro entorno y cuidamos la cama donde dormimos. Anímate a probar estos consejos para que veas cómo el descanso se convierte en un aliado para afrontar el día con más energía y por lo tanto, un mejor ánimo.